Ante algo que sigue siendo desconocido y que no tiene un paso-a-paso oficial a seguir, que nos diga cómo hacerlo, siempre está la pregunta: ¿Cómo empezar con la educación en casa?
Yo no tengo la respuesta defintiva, pero sí puedo mencional algunos que podrían considerarse "primeros pasos" a seguir:
1. Tomar la decisión.
Es muy obvio, pero realmente es necesario estar decididos para poder comenzar. Muchas familias se quedan en la etapa de querer hacerlo, estar pensando en sacar a los hijos del colegio, pero nunca se deciden. ¡Claro! tomar la decisión implica todo un proceso particular del que seguramente hablaré en otro artículo.
2. Tener claras las razones por las que quieren hacerlo.
Más que un paso es un requisito, esta claridad es muy importante para definir cómo lo quieren hacer y también para mantenerse firmes en la decisión cuando lleguen los momentos difíciles, los miedos y las dudas, que llegarán tarde o temprano.
3. Tomárselo con calma.
No afanarse en tener todo planeado y funcionando. No están cambiando de un colegio a otro colegio, están diseñando una nueva manera de educar y de paso un nuevo estilo de vida para la familia. Empiecen poco a poco, permitanse dedicar tiempo a compartir con los hijos de manera relajada y feliz, realizar actividades sólo para divertirse y conectar como familia. Lo académico puede esperar y ya irá llegando, poco a poco.
4. Tomarse un tiempo de desintoxicación.
Si vienen del sistema escolar tradicional (presencial) háganlo, siéntanse en vacaciones, sin la presión de sentarse a "estudiar". No es cierto que los niños se atrasen o dejen de aprender si no están sentados con cuaderno y lápiz siguiendo un currículo o plan de estudios. Si damos un poco de espacio vamos a empezar a notar que el aprendizaje ocurre siempre, en todos lados.
5. Hablen mucho entre ustedes.
Escuchen a sus hijos, lo que quieren hacer o aprender, cuáles son sus sueños, cómo imaginan sus días. Pregúntense también cómo quieren sentirse al final del año, o del semestre y qué cosas deberían hacer para lograr sentirse de esa manera.
6. Investigar formas de hacerlo.
Si no lo han hecho en el tiempo previo a tomar la decisión, revisen opciones, metodologías, busquen conocer experiencias de otras familias, ver cómo lo hacen, no para copiarse sino para abrir la mente a las diferentes posibilidades que existen en el momento de decidir cómo hacerlo.
7. Entérense de la situación legal del homeschooling en su país o lugar de residencia.
Eso es muy importante para conocer las reglas del juego y para no tener miedo cuando alguien, desde su ignorancia, nos amenace con una denuncia.
8. Por último, pero no por eso lo menos importante, disfruten mucho el proceso.
Va a ser difícil, demandante, retador, va a requerir cuestionar muchas cosas que ustedes consideraban absolutas o inamovibles, pero por encima de todo eso, no dejen de disfrutar el privilegio que es tener a los hijos cerca, viéndolos crecer y aprendiendo con ellos.